Mis más amigas íntimas,
siempre estoy muy feliz de escribirles pero el día de hooooy estoy muy
emocionada y en mood misteriosa porque se sabe que en este espacio siempre
estamos para defender y dar a conocer como es la vida de distintas mujeres
alrededor del mundo, peeero hoy le daremos una vuelta completamente diferente,
esta es la primera parte donde hablaremos de mujeres asesinas en México.
Estos temas son delicados y
sensibles para muchas, sin embargo, quiero dejar claro que mi intención no es
causar morbo sobre la situación, ni exponer de manera amarillista a las mujeres
involucradas; cabe recalcar que muchas de estas mujeres se convirtieron en
asesinas en defensa propia, porque era la única manera de acabar con su
martirio.
Aquí te cuento la historia de Martha: Martha vivió muchísimo años casada con un hombre abusador y alcohólico
que día a día la denigraba, la golpeaba, la humillaba e incluso la violentaba
para tener relaciones sexuales a la fuerza.
Ellos tuvieron una hija que
también sufría todos los días violencia por parte de su propio padre, donde
también la obligaba a tener relaciones sexuales con él cada vez que llegaba
alcoholizado después de ir a trabajar, la niña creció con traumas gravemente
fuertes a costa de todo lo que veía y vivía en casa.
Cuando la niña creció le
costaba mantener relaciones con hombres y mujeres, pues ella tenía secuelas de
abuso sexual por su papá, ella decidió estudiar enfermería, pues su mamá cada
vez estaba más deteriorada por los
golpes y la tristeza que inundaba su vida, a pesar de esto, el hombre
despiadado la golpeaba cada vez más, la dejaba marcada de todo el cuerpo; por
el miedo, ninguna de ellas había podido denunciarlo, creían que les iría peor
de lo que siempre estaban.
Tiempo después de vivir esta
situación, se cansó y decidió terminar con todo el dolor y rencor que sentía
por su papá, así que, como todas las mañanas, se preparó comida para llevársela
a su hora de turno, pero su papá se la quitó, ella nada descuidada ya sabía lo
que iba a pasar, así que minutos antes vació en su comida una “medicina” que
haría que su padre muriera por un infarto en segundos y así sucedió.
Silvia corrió con suerte,
pues no la detuvieron, ahora trabaja en un hospital muy prestigiado en
Argentina.
Esto nos pone a
reflexionar... ¿Probablemente en algunos casos, la muerte sea la solución para
terminar con la violencia ejercida hacia nosotras?
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