Hola hermanas, nuevamente
estoy aquí saludándolas, espero que se encuentren súper bien, algunas supongo que
siguen en sus vacaciones descansando y otras ya están trabajando, pero no
importa, lo realmente importante es estar iniciando este nuevo año positivamente
y también con contenido nuevo para ustedes.
El día de hoooy les traigo otro
temita bastante interesante y que a su vez trae muchísimas verdades y responde
a muchas preguntas que a veces nos hacemos sobre las vulgarmente llamadas “prostitutas”,
realmente esta no es la mejor ni la manera más indicada de llamar a las mujeres
que deciden vender su cuerpo a cambio de dinero, más que nada, podemos nombrarlas
como trabajadoras sexuales.
Uuuy amigas, hablar de esto es
bien complicado y sobre todo se presta a mucha polémica, peleas y malos
entendidos cuando se toca el tema, justamente por la desinformación que existe
al respecto.
Desde hace años atrás hasta el
día de hoy se les ha juzgado a las mujeres que sostienen este trabajo porque
claramente se nos ha inculcado que nuestro cuerpo solo debe ser tocado y sí, tristemente
“utilizado” por el hombre con el que nos vamos a casar, sin mencionar que
incluso antes de la llegada de los españoles tener este trabajo era algo comúny libre que no tenía ningún estigma marcado, sin embargo, rompiendo con esas creencias e ideas que
llegaron después, ahora existen mujeres que padecen de problemas económicos y piensan
que su única salida es trabajar del sexo servicio o simplemente lo hacen por
gusto, por el hecho de pensar que tienen habilidades positivas en aspectos
sexuales y sí es por gusto está bien, cada quien decide que hacer o no con su
cuerpo y con quien compartirlo o no.
Sé perfectamente que es difícil
adoptar la idea de que éste como la infinidad de otros trabajos que existen,
también es un trabajo digno, pero, aunque cueste aceptarlo así es.
Tal solo pongámonos en el
lugar de las mujeres que son trabajadoras sexuales, no es un secreto que
siempre reciben insultos constantes, denigraciones y groserías horribles por muchísimas
personas; personalmente me ha tocado escuchar varias veces comentarios asquerosos,
machistas y hasta violentos a la hora de pasar de noche por alguna calle o
avenida donde las mujeres deciden empezar a trabajar, muchas de ellas son
mujeres trans, recordemos que este tema lo platicamos la publicación pasada y créanme
que también es muy triste escuchar comentarios tontos respecto a estos dos
temas.
Como sociedad es importante
que empecemos por reconocer, respetar, aceptar e incluso proteger las
decisiones de las mujeres que deciden sobre su propio cuerpo y que, de manera
libre y voluntaria eligen el trabajo sexual; un trabajo que merece la
visibilidad que todos los demás trabajos la tienen. Todas las mujeres somos
iguales y valemos exactamente lo mismo.
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