Nos han llamado putas, zorras, ofrecidas, fáciles, promiscuas y muchos más calificativos ofensivos para referirse a nosotras, en especial cuando hablamos de ser sexualmente activas.

No voy a mentir, hablar de esto, me apasiona tanto, que de alguna manera me provoca enojo pensar en cómo se refieren a nosotras solo por gozar de nuestra sexualidad; si nos pusiéramos a hablar de ellos, cambiaría muchísimo el contexto, pues a los hombres incluso se les ha llegado a felicitar e idolatrar por ser activos sexualmente y por compartir su cuerpo con múltiples mujeres; pero como somos del género femenino, siempre se nos ha dicho que debemos ser recatadas, sumisas y serias. Se han preguntado ¿por qué a los hombres se les premia por tener sexo y a las mujeres se nos recrimina? Realmente se siente frustración al pensar en que en la mayoría de los aspectos estamos limitadas y reprimidas, somos constantemente juzgadas, atacadas e incluso denigradas. Inclusive hay países que emplean la mutilación genital femenina desde niñas; es increíble cómo se puede llegar a esos extremos por el hecho de ser un tema tabú.

Siempre hemos escuchado a alguien que nos ha dicho “tienes que conservarte hasta que te cases”, “las mujeres dignas no se meten con cualquiera”, “tienes que darte a respetar” y demás comentarios conservadores e innecesarios.

Es importante recalcar que muchas veces nosotras nos hemos encargado de atacarnos entre mujeres por la misma cuestión, esto se debe a los prejuicios que hemos absorbido a lo largo de nuestra vida y que la sociedad nos ha inyectado.

Sin duda alguna este tipo de creencias e ideologías han predominado a lo largo de las décadas y lamentablemente hoy en día, siguen estando muy presentes, aunque no es pretexto para no evolucionar nuestra manera de pensar, puesto que, es necesario acoplarnos a las nuevas generaciones, debido a que, por lo general éstas tienden a rebelarse y a romper con los moldes impuestos con anterioridad.

El disfrute sexual es la manera de goce y satisfacción que comprendemos a través de sensaciones placenteras y agradables, éstas se pueden producir de diferentes maneras, por contacto sexual, fantasías y pensamientos.

El placer sexual es una de las experiencias más maravillosas que forman parte de la vida, nadie nos puede impedir la oportunidad de conocerlo y disfrutarlo, solo nosotros somos capaces de decidir sobre nuestro cuerpo.

No te sientas mal por disfrutar, al contrario, es una gran oportunidad para conocerte a ti misma y compartir tu cuerpo con quien decidas.